La historia del Perú abarca de manera continua más de 14 milenios de ocupación humana continua [requiere referencia]. Los primeros grupos humanos habrían llegado hacia fines de la glaciación wisconsiense hacia el XIII milenio a. C. como cazadores-recolectores, cuyos descendientes desarrollarían la horticultura hacia el VIII milenio a. C.. A partir de entonces se dio inicio un escalamiento en la complejidad social y cultural de los pueblos de la región, que dio nacimiento al Antiguo Perú. Hacia el IV milenio a. C., aparecieron en la costa central las primeras sociedades con arquitectura monumental que tejieron una extensa red de comercio vinculando productos de la Amazonía y las costas ecuatorianas. Conformaron la cultura Caral-Supe, desvanecida hacia el 1.800 a. C. mientras daba paso a nuevas poblaciones en la costa al norte y sur, albores del surgimiento de Cupisnique y al posterior fenómeno de Chavín, un importante centro cultural que articuló las sociedades agrícolas de su época hasta el 200 a. C..
Época Pre-Inca
Las investigaciones arqueológicas precolombinas sobre América designan a Mesoamérica y los Andes centrales, como los núcleos que generaron los procesos culturales más complejos. Aquí la ciudad y el estado son las expresiones culturales y políticas más logradas de su evolución.
En ambas áreas, en los primeros cinco siglos de nuestra era, la ciudad y el estado se manifestaron prístinamente, como producto de largos procesos autónomos de experimentación y descubrimiento.
Al momento de la expansión de los incas, los pueblos de América del Sur presentaban niveles de complejidad social distintos y su desarrollo histórico no fue parejo ni homogéneo. Las civilizaciones más antiguos de Sudamérica surgieron en la costa central del Perú hacia el IV o III milenio a. C. y fue extendiéndose a lo largo de más de cuatro milenios de historia; tras suscitarse nuevas tradiciones culturales hacia el siglo II a. C., éstas se extendieron primero al Altiplano y luego fueron extendiéndose hasta latitudes como el noroeste argentino, donde las primeras sociedades complejas aparecen en el siglo XIII. Otros pueblos conquistados por el ejército incaico fuera de la co-tradición andina se organizaban en señoríos étnicos o jefaturas independientes sin ningún aparato estatal de por medio. En la costa de Ecuador surgen las primeras jefaturas hacia el IV milenio a. C., entretanto los pueblos del Chile central entrarán a la revolución agrícola recién en el II milenio de nuestra era. En las restantes regiones del subcontinente, como es el caso de la Amazonia, el Chaco y las Pampas, las sociedades no habrían alcanzado complejidad mayor a la tribal.
Imperio Incaico
El Imperio incaico o Tahuantinsuyo (del quechua Tawantin Suyu, 'las cuatro divisiones') fue un estado precolombino situado en América del Sur. Floreció en la zona andina del subcontinente entre los siglos XV y XVI, como consecuencia del apogeo de la civilización incaica. Abarcó cerca de 2 millones de km² entre el océano Pacífico y la selva amazónica, desde las cercanías de San Juan de Pasto en el norte hasta el río Maule en el sur. El Tahuantinsuyo fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina.[1]
Los orígenes del Imperio incaico se remontan a la victoria de las etnias cuzqueñas (actual Perú) lideradas por Pachacútec frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec. El Imperio incaico iniciaría con él una etapa de continua expansión que siguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios. En esta etapa la civilización incaica logró el máximo desarrollo de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.
Conquista del Perú
La Conquista del Perú (1532-1533) es el proceso histórico de anexión del Imperio incaico al Imperio español. Felipe Guamán Poma de Ayala, cronista del país, señala el primer contacto entre un español y un inca, entre Pedro de Candía y Huayna Cápac.[1] Sin embargo, fue a principios de 1532 que un ejército incaico se topó con los Conquistadores españoles, durante la guerra civil entre los dos herederos al trono cuzqueño, Huáscar y Atahualpa, hijos del recién difunto Emperador Inca, Huayna Cápac. En este encuentro, Atahualpa fue tomado preso por Francisco Pizarro y semanas después fue ejecutado. Sin embargo, tras la conquista española y desmoronamiento Inca, focos inconexos de resistencia aborígen existieron hasta 1574.

Conquista del Perú
La Conquista del Perú (1532-1533) es el proceso histórico de anexión del Imperio incaico al Imperio español. Felipe Guamán Poma de Ayala, cronista del país, señala el primer contacto entre un español y un inca, entre Pedro de Candía y Huayna Cápac.[1] Sin embargo, fue a principios de 1532 que un ejército incaico se topó con los Conquistadores españoles, durante la guerra civil entre los dos herederos al trono cuzqueño, Huáscar y Atahualpa, hijos del recién difunto Emperador Inca, Huayna Cápac. En este encuentro, Atahualpa fue tomado preso por Francisco Pizarro y semanas después fue ejecutado. Sin embargo, tras la conquista española y desmoronamiento Inca, focos inconexos de resistencia aborígen existieron hasta 1574.
